Inbentus aprovecha “el talento murciano con precios competitivos” para exportar sus respiradores.
Rafael Valverde, CEO de la tecnológica médica, demuestra el tirón de la innovación sanitaria con un ‘crowdfunding’ de 200.000 euros en solo 10 días
Cuando las noticias de la pandemia empezaron a desfilar frente a su sofá, al ingeniero aeronáutico Rafael Valverde le hizo dar el salto la amenaza, aún latente, de un posible colapso hospitalario con el riesgo de no disponer de suficientes respiradores. “Nunca antes había sentido esa sensación de impotencia total”, comenta. Y decidió centrar los esfuerzos en dar oxígeno a las víctimas del persistente virus. “En tres semanas logramos fabricar un respirador de emergencia totalmente fiable”, afirma Valverde. Después de 11 años como director de Ingeniería en una compañía de ingeniería de componentes aeronáuticos, sabía cómo hacer que una tecnología despegue con seguridad.
La génesis de Inbentus recuerda a los épicos inicios de la informática, con el despliegue de una base de operaciones doméstica “en la habitación de mi hijo, muchas noches sin dormir y contactos urgentes con la Comunidad Autónoma, con la Universidad de Murcia, que ayudó a fabricar las piezas, y con el Samur, que aportó su experiencia”, recuerda Valverde. El conocimiento médico lo aportó el doctor Mariano Martínez Fresneda, jefe de la UCI del hospital Reina Sofía, de Murcia.
De ese empuje colaborativo, cree que quedará una energía creativa y “la evidencia de ser más eficientes, sobre todo en lo relacionado con la salud y la investigación clínica, que se debe extender a otros sectores”.
La urgencia de la crisis sanitaria obligó a “ser más prácticos, a corregir sobre la marcha, y eso nos ha hecho más rápidos para generar riqueza”, valora el ingeniero. El respirador SAV-19 ha logrado ayudas públicas, facilitadas por el INFO, que suman 200.000 euros a la inversión privada de “ahorros propios y socios”. El mayor impulso lo han recibido nada más empezar el año con la contundente respuesta obtenida de la campaña de micromecenazgo, realizada a través de la plataforma Crowdcube. En solo 10 días han obtenido 200.000 euros, de los que un 80% se destinará al desarrollo de un respirador de alta tecnología para UCI, y el resto a ampliar la red de ventas en Latinoamérica y Marruecos, sus mercados diana.
Con la misma velocidad inherente desde su origen, Inbentus ha decidido ampliar el ‘crowdfunding’ con 100.000 euros más “para contratar a más personal que acelere el proyecto y comercializarlo en México y Europa del Este, una zona interesante porque tiene conexión con Rusia”, adelanta Valverde. En el mercado de Inbentus, a pesar de la creciente competencia, no se vislumbran límites cercanos. De hecho, las patologías respiratorias son la tercera causa de muerte en el mundo, con más de 10 millones de muertes al año. Y, según los expertos, el siglo XXI presagia el azote de nuevos virus.
¿Con qué fortalezas viajará Inbentus a los mercados exteriores?
TECNOLOGÍA EUROPEA A PRECIO ASIÁTICO
La fiabilidad es el principal valor con que se presenta el respirador de emergencia SAV-19. El ingeniero señala la tecnología Siemens del dispositivo de respiración artificial. “Tiene limitaciones frente a los de alta gama, pero su fiabilidad está probada, está homologado, y su precio baja a una cuarta parte de los 20.000 o 30.000 euros del mercado”, precisa el cofundador de la compañía murciana.
Su precio competitivo lo convierte en la solución de los hospitales de Sudamérica, donde “se debaten entre los caros dispositivos de Estados Unidos y los económicos asiáticos menos fiables”, expone Valverde. Con en el talento tecnológico murciano, aún a precios competitivos, el emprendedor cree que “podemos ofrecer a las economías emergentes un producto tecnológico europeo al precio de los asiáticos”. En plena subida de la epidemia, Inbentus vendió equipos a hospitales de Bolivia y Paraguay, además de las donaciones que la compañía hizo a otros países.
Latinoamérica y África, empezando por Marruecos, ya figuran en el foco de su expansión.
CÓMO PERDURAR MÁS ALLÁ DE LA COVID
“Nacimos con la Covid, pero somos mucho más y vamos a perdurar”, advierte el ingeniero, quien tiene claro que Inbentus se consolidará como empresa tecnológica murciana y con la energía de los proyectos germinados en la necesidad. “Sin esa motivación de salvar vidas, no hubiera salido adelante, porque arrastras mucho, incluso a la familia”, comparte el empresario. De los esfuerzos del emprendedor -desde no cobrar los sueldos propios, a buscar socios bajo las piedras-, el proyecto cobró forma empresarial “con el apoyo de dos ‘partners’, que nos dieron el impulso para afrontar los gastos de entrar en Latinoamérica”.
No es difícil mirar más allá del contexto de la Covid, que ya ha provocado un aumento de la demanda de respiradores artificiales, debido a que al menos el 10% de los afectados precisa de ayuda para activar sus pulmones.
Nunca hasta ahora hemos vivido tanto, lo que supone todo un reto para los sistemas de salud, entre ellos ayudar a respirar a los pacientes. Los estudios de mercado prevén que el sector de los respiradores médicos crezca un 16% hasta 2030, en parte por el aumento demográfico y también por la mayor esperanza de vida. Inbentus ya se ha trazado objetivos más allá de la pandemia, como soluciones en la especialidad de la anestesia, además de las que “identifiquemos como necesidades en otros países”, señala el ingeniero.
MURCIA TECNOLÓGICA: DEBILIDADES Y FORTALEZAS
“La Región es competitiva, porque tenemos tecnología a bajo precio y porque contamos con talento que no tiene nada que envidiar a los equipos alemanes, aunque ganamos menos que ellos”, describe Valverde.
Para mejorar el ecosistema empresarial y reforzar el músculo emprendedor de la Región, el empresario cree que “debemos crear un tejido industrial que se retroalimente de la investigación, al modelo del País Vasco”.
Otra asignatura pendiente para avivar la iniciativa empresarial, según Valverde, radica en “que la financiación pública tenga más celeridad; hace falta más agilidad y menos burocracia”. Cree que “el INFO es una palanca de emprendimiento a nivel de ayudas financieras, de contactos empresariales y de cooperación. Hay que darle más peso”, afirma.
El ingeniero echa de menos “al inversor privado murciano, porque si no aparece te tienes que ir a montar una campaña de crowdfunding”. Cree que “si queremos una industria competitiva, tiene que ir a una el trinomio formado por el emprendedor, el inversor y la administración”.
De su experiencia como emprendedor, se queda con el lema de “no parar. La diferencia entre tener éxito o no es seguir adelante, redirigir rumbos y corregir errores sobre la marcha”. A lo que fraguan una idea de proyecto les dice: “Por muchos ‘noes’ que recibas, no pares”.